«Soy un libro de historias, de historias pequeñitas», cuenta Piedad de sí misma al referir todo lo que hubo de soportar en la posguerra.
Alma de cántaro es también un libro dehistorias, un relato polifónico que recrea los años de posguerra en el contexto de un pequeño pueblo cordobés. Hay en estas páginas unavoluntad de novelar el desamparo y la atmósfera asfixiante delfranquismo, pero también de invocar el testimonio de aquellas mujeresque, como Piedad, fueron agentes silenciados de las penosascircunstancias que asolaron España tras el conflicto fratricida del36. En este sentido, la novela es clara expresión de la sororidaddurante la posguerra. La recreación de este particular microcosmosandaluz, por el que desfilan viudas enlutadas, señoritos, maestros,civiles con tricornio y miembros de la resistencia refugiados en lasierra, constituye un friso vívido de la realidad del franquismorural, que nos permite asomarnos a la miseria moral de una épocaominosa de la historia de España.