Como cada viernes, Malena va a casa de Daniela para pasar la tarde con ella. Lo primero que hacen es fundirse en un abrazo de los queconectan el corazón y paran el tiempo. Y es que abuela y nieta sienten pasión la una por la otra. En esta ocasión, la visita será doblemente especial para Daniela. Al descubrir las canas de su abuela, esta lahará partícipe de sus mejores recuerdos, ejemplos de una vida plena ysaboreada al máximo.