I. ALBA SERENA
II. MAITINES TRUNCADAS
III. MEDIODÍA REFULGENTE
IV. ANOCHECER TEMPESTUOSO
V. MADRUGADA CLARA
VI. OSCURIDAD TENEBROSA
VII. TARDE ENCALMADA
VIII. OCASO PURPÚREO
IX. LUMINOSA ALBADA
X. CREPÚSCULO ARDIENTE
XI. NEBLINAS MATINALES
XII. ATARDECER RASGADO
XIII. INQUIETANTES TINIEBLAS
XIV. TURBIA ALBORADA
XV. AMANECER VELADO
XVI. MEDIODÍA SUSURRANTE
XVII. VÍSPERAS NARBONENSES
XVIII. ALBA RESPLANDECIENTE
EPÍLOGO. PARAPERE ROIG
Imaginaos que despertáis de pronto y, con sólo catorce años, estáis al mando de todo un condado. Y que una dama de bellísimos ojos malva viene a pediros justicia. ¿Cómo reaccionaríais si los jueces a los que habéis encargado el caso no supieran dar con la clave?
A este reto se enfrenta Roger de Aurillac; para superarlo deberá hacer frente a situaciones que pondrán a prueba su resistencia, sus creencias y sus conocimientos científicos. Pero pronto se dará cuenta de que ni la vitalidad, ni el saber, ni el cargo bastan para conseguirlo.
En medio del alboroto social y del miedo y la incertidumbre que ha originado la reciente llegada del año Mil, el joven conde de Alvernia deberá luchar por obtener una audiencia papal, afirmar su autoridad y conseguir su amor. Todo ello requerirá el don de un líder hábil y de un hombre sensato.